Podemos percibir la realidad en tres dimensiones, a pesar de que nuestra retina capta las imágenes en dos dimensiones. Somos capaces de organizar las percepciones tridimensionales. La visión de objetos en tres dimensiones se denomina percepción de la profundidad y nos permite calcular a qué distancia se encuentran los objetos. Los principios de esta ley son:
Disparidad retinal

Los dos ojos no ven lo mismo, en especial cuando la distancia hasta el objeto es pequeña, de manera que la combinación de ambos nos permite apreciar la profundidad.
Volumen relativo

Ocurre cuando dos objetos son más o menos iguales y entendemos que el que está más alejado es más pequeño.
Variación de la textura

Cuanto más alejado está un objeto, más difuminada aparece su figura.
Superposición parcial

Si un objeto aparece parcialmente cubierto por otro, entendemos que el que aparece entero está más cerca.
Perspectiva lineal

La convergencia de líneas paralelas es percibida como señal de distancia.
Constancia perceptiva

Tendemos a percibir a un objeto de tamaño constante, a pesar de la distancia.