Los trastornos del curso formal del pensamiento incluyen las situaciones en que el flujo del pensamiento se altera de forma cuantitativa, acelerándose o endenteciéndose (tratado más adelante); o cualitativa, perdiendo el hilo directriz al adherirse excesivamente a una idea o al romper las asociaciones iniciales y establecerse otras nuevas que se desvían de la idea original.