Estos pacientes nunca llegan a la pérdida de la conciencia del existir, como ocurre en el psicótico; sin embargo, refieren vivir como en un vacío, con extraños sentimientos de existencia vacua, inconsistente y sin sentido.
Ejemplo Una paciente casada con un cónyuge con graves perturbaciones de la personalidad, que lo hacen reiterativo en forma asfixiante, expresa: “Cuando ya no tengo excusa y me veo obligada a volver a mi casa, siento que dejo de existir, todo se me paraliza, no hago nada, paso tendida en la cama y ni siquiera siento que pasa el tiempo. Mi vida se transforma en un vacío sin sentido”.
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