III.1. Dimensión realidad-irrealidad

El Yo está expuesto a vivencias de realidad e irrealidad. Percibe un mundo externo desde el cual elabora un juicio de realidad, pero también convive con su mundo interno de fantasías, imaginaciones y ensueños. El Yo maduro y sano delimita con precisión y claridad las fronteras que separan la realidad externa del mundo de la fantasía y de la imaginación. 

Esta estricta delimitación, sin embargo, no impide que el Yo pueda convivir con ambas áreas, aceptando la integración dialéctica de estos opuestos, vale decir, pudiendo sentir sin ambivalencia cuánto de real hay en lo irreal y cuánto de irreal hay en lo real. Es evidente que la interacción entre los polos de esta dimensión tiene lugar a través del desarrollo del sujeto; por lo tanto, esta dimensión va a tener características propias y diferentes en cada una de las etapas del desarrollo.