II.5.2. Psicopatología de la inteligencia

En casi todos los textos clásicos de psicopatología y psiquiatría se reduce la psicopatología de la inteligencia a las oligofrenias. Este enfoque nos parece confuso, ya que este término tiene una connotación nosológica o sindromática y no de síntoma psicopatológico.

Fieles al punto de vista fenomenológico, proponemos llamar Retardo Mental, al compromiso psicopatológico de la inteligencia, independiente de su etiología; y Oligofrenias al cuadro clínico nosológico o sindromático. Evitamos así una confusión entre psicopatología y nosología psiquiátrica.  

La descripción psicopatológica de cada uno de los trastornos de la inteligencia se hará en relación a los factores fundamentales de la psicología de la inteligencia, vale decir, su capacidad de asimilación y de razonamiento lógico.  

El compromiso precoz de la inteligencia o retardo mental, y el compromiso tardío de la inteligencia o deterioro son las dos formas psicopatológicas bajo las cuales resulta actualmente conveniente clasificar los trastornos de la inteligencia.

Hemos diferenciado el compromiso de la inteligencia del retardo mental con el del deterioro, en base a la variable tiempo. Uno es precoz y el otro tardío. Podemos decir que el retardo mental es un compromiso global de la inteligencia, a diferencia del deterioro que compromete ciertas aptitudes precisas. Esto se traduce en que a veces el deteriorado mantiene un CI normal, compensado por las funciones conservadas. Insistimos en que no siempre es así, porque lo más habitual es que el deterioro patológico de cierta evolución implique una caída de la inteligencia global.