III.3.2. Psicopatología de la dimensión adhesión-evitación

La falta de integración de esta dimensión se traduce en un acercamiento insistente e indiscriminado. Frente a cualquier situación, el Yo se imanta y, además, tiende a quedarse adherido, ya que el acercamiento desplazaría, negaría y anularía cualquier sentimiento de evitación. Lo mismo sucede en la situación opuesta, en la que el distanciamiento se impone como una conducta repetitiva y rígida frente a casi toda posibilidad de interacción, en que no hay deseo de acercamiento sino un tenaz quedarse en la lejanía.